Reportaje a la escritora argentina Luisa Peluffo
Reportaje a Luisa Peluffo en diciembre de 1981
Estos son fragmentos de la entrevista que le hice a la destacada escritora argentina Luisa Peluffo, publicado en El Diario de San Carlos de Bariloche el 6 de diciembre de 1981. Tuvo lugar poco después de que su libro Conspiraciones fuera distinguido con el premio Victoria Ocampo, otorgado por el Banco de la Provincia de Buenos Aires.
La nota menciona en detalle su trayectoria como escritora y periodista en Buenos Aires y más tarde en Bariloche, donde se había radicado pocos años antes con su familia.
He elegido para transcribir las partes más sobresalientes de la nota y por ello dejo de lado su biografía, para reproducir algunas de las respuestas que ella dio durante el largo reportaje:
-Tengo entendido que tienes un libro publicado, "Materia Viva". ¿Qué sucederá con "Conspiraciones", el volumen premiado últimamente?
-Es un libro de cuentos inéditos, que espero sea el segundo que publique, porque una de las condiciones del concurso era la publicación de la obra. La Fundación Banco Provincia se queda durante dos años con los derechos del libro y después pasan a mí.
-¿Cuándo empezaste a escribir?
-Yo diría que hace unos diez años que empecé a escribir con regularidad. Es decir, escribo desde hace mucho más tiempo, pero claro, de jovencita yo escribía sin apremios, cuando tenía ganas y no lo encaraba con una cosa tan ineludible como ahora. Al ser mayor, uno tiene más presiones de tiempo. En mi caso, yo tengo una familia y hay obligaciones que me quitan libertad para disponer del tiempo. Es ahí cuando yo empecé a tener conciencia y escribir con más disciplina para no perder lo que tenía adentro.
-¿Cuál es tu materia preferida para tratar? ¿A qué temas volvés en tus escritos?
-No sé... no tengo una predilección. Me interesa más la manera de encarar un tema que el tema en sí. Por ejemplo, en los cuentos breves me interesaba, y ese es el contenido del libro premiado, llegar a hacer algo con pocos elementos, con mucha brevedad. Con gran síntesis transmitir una idea. Tomar un episodio mínimo y mirarlo con una lupa, y en eso consiste la base del cuento, que ese episodio a lo mejor muy cotidiano, de pronto sea un mundo. Por eso te digo que me interesa la manera de transmitir, no los temas... Los temas a la larga en la literatura son los mismos, todo gira alrededor de la existencia, el amor, la muerte; esos temas fundamentales que nos interesan a todos.
-Mencionaste antes colaboraciones en diarios y suplementos, ¿eso significa que tu producción es grande?
-Antes, cuando trabajaba de periodista, con horario y demás, sí me dedicaba a eso. Ahora solamente hago colaboraciones cuando el tiempo me lo permite. En cuanto a lo que específicamente me interesa, que es escribir, produzco poco y lento. Corrijo mucho. Descarto mucho. Tiendo a la cosa más bien breve, que me obliga, aunque en un primer momento escriba mucho, a eliminar mucho. Eso me lleva bastante tiempo.
-En Bariloche no tenemos mucha actividad literaria. Tampoco hay carreras de tipo humanístico, ni cursos. ¿Cómo se siente una escritora que trabaja con método en este medio? (.....) Pero, ¿encontrás personas a tu alrededor que funcionan como estímulo?
-Te diría que no... no. Pero uno se alimenta de Buenos Aires en la parte creativa, cosas nuevas e interesantes, no solo en literatura porque no me alimento solo de lo que leo. Me gusta ver, hablar con la gente. Por otro lado, esa carencia hace que uno se vuelque hacia adentro, porque los estímulos tienen un peligro. Viviendo en Buenos Aires, donde hay mucho para ver y cursos para seguir, por ahí uno se va desperdigando en cosas distintas, va dejando la producción de lado para convertirse en un receptor. Acá se da el otro extremo. No hay nada y uno tiene que hacerlo todo. Si sobra el tiempo, bueno, uno se vuelca hacia adentro, no hay otro recurso, y yo creo que acá escribo más de lo que lo hubiera hecho en Buenos Aires. Es una forma positiva de ver la situación, aunque hay que tender a que en el futuro haya cosas, como que en la Universidad del Comahue funcione algo de tipo humanístico.
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-Luisa, es muy importante tener una escritora como vos en Bariloche, que trabaje y lo haga trascender.
-(Sonríe, como quitándole importancia al hecho). A mí me hizo muy bien estar en Bariloche, me ayudó al proporcionarme tiempo, concentración... Las falencias de acá hay que transformarlas en cosas positivas, para que no se vuelvan en contra de uno. Por ejemplo, si viviera en Buenos Aires a lo mejor no hubiera mandado trabajos a concursos como lo hago desde acá. El hecho de estar lejos le crea a uno cierta urgencia por no perder contacto. Y eso es positivo.
